sábado, 24 de marzo de 2007

4. Sus ojos en mis ojos.

Algo que decirTe y que esté antes que las palabras.
Vamos buscando en lo profundo de la ausencia que sentimos de Tí, un amanecer con perfumes de jazmines, de pájaros que nacen en el silencio de la playa.
Susurros que nos llevan al borde de nuestros corazones para encontrarnos con Tus ojos.
Descubres tus ojos en Sus ojos.
Y Sus ojos que te miran.
Y tú la miras a los ojos porque Ella te mira a los ojos. Tus ojos en Sus ojos, Sus ojos en tus ojos.
En algún lugar del mundo cae la nieve y en algún otro el sol baña un atardecer con sed de victorias. Aquí y allá los pájaros dibujan formas que nos recuerdan Tu Nombre.
Y las palabras juegan en nuestras mentes.
¡Oh, Divina Madre Gayatri, que las palabras se impregnen de Tu Nombre!
Regresaremos a nuestras moradas luego de encontrarnos con todas las derrotas, luego de hablarnos todas las palabras, regresaremos, al fin, para encontrarnos con Tus ojos.
Descubrir nuestros ojos en Tus ojos.
Que cuando Te miremos, contemplemos a todos los seres y en el silencio de nuestras almas, nos encontremos con nuestros ojos.
Entonces seremos contemplación.
Porque nos duelen estos días sin Ti y no porque no estés sino porque no podemos verTe entre tanta confusión.
Regálanos una sonrisa.
Vístenos de rocío.
Inunda nuestros corazones con claridad de luna.
Míranos con Tus ojos y enamóranos de tal modo que ya no seamos más que susurro de espuma marina, de gaviota al final del vuelo.
Deja que descansemos nuestros ojos en Tus ojos y que mañana al despertar nos reconozcamos en la victoria de Tu Nombre.